¡Hola! Sí, nuevamente soy yo, intentando no sé por cuantas veces llevar responsablemente un blog (responsable: postear a tiempo y con frecuencia). Siempre he querido manejar fielmente uno pero se me hacía difícil este ejercicio. Una limitación era el hecho de no tener computadora hasta setiembre del 2009 (¡increíble!) e internet recién hasta octubre.
Pudieron ser estas las razones, sin embargo no me justifico. Mi “blogohistoria” no ha sido de las más exitosas. El primer blog que tuve se llamaba “lo que no se comenta” y fue totalmente un fiasco. Seguimos con “Vozenoff”, que estuvo mucho mejor, sin embargo casi todo un año lo dejé en el descuido. Menos de 10 entradas en 365 días lo dicen todo.
Esta vez no busco tener el mayor de los éxitos en los rankings (nunca fue mi prioridad) sino dedicarme a hacer esto bien. Si estás leyendo estas líneas: gracias, ¡gracias! de verdad por dar tu tiempo a este renacido blog.
El nombre proviene de un estado en el cual todos nos hemos sentido alguna vez. Astenia: “falta o decaimiento de fuerzas caracterizado por apatía, fatiga física o ausencia de iniciativa” Digamos que, muchas veces me he sentido así justo antes de realizar el primer paso en algo particular.
Para los que alguna vez lo leyeron, “Vozenoff” no está muerto, justamente es este blog pero con nueva URL. No quise crear uno nuevo por distintas razones. La principal es porque muchas de las entradas antiguas me recuerdan lo qué pensaba en esas fechas (y cómo lo pensaba). Es una dinámica muy simpática, si eres blogger, te invito a que la hagas, lee tus primeros posts y cuéntame que sentiste.
¿Qué hará a este blog distinto de los miles que se crean diariamente? Pues, no sé, eso depende de quien lo lea. Por ahora no tengo más que escribir en esta entrada, próximamente seguiré… tal como decidí hacerlo hoy.
